Nunca sabrás tus límites si no te empeñas en encontrarlos
Hoy me he levantado y me he mirado al espejo, para sorpresa mía no he notado nada distinto a ayer; eso sí, era una hora y media más tarde de lo habitual. Me he calzado mis zapatillas de deporte y he salido a correr mi hora diaria, quizás con un poco más de rabia de lo habitual. Al regresar, me he sentido perdido, no tenía que darme prisa en desayunar y subirme al coche, nadie me esperaba, no tenía reuniones programadas, no había ninguna preocupación revoloteando en mi cabeza. Por primera vez en más de 35 años el tiempo parecía ir más despacio. Ahí he comprendido que mi vida estaba cambiando. Mi carnet de identidad se acerca peligrosamente a esa esquina maldita de los 60 y hoy he caido en ese pozo del desempleo de mayores de 55 del que es difícil salir. Afortunadamente, en mi caso mi caida es solo emocional y no también económica, ya que en ese caso además, sería un drama. En nuestra querida España, se está consolidando "de facto" la idea de que si estás en el entorno de los sesenta te conviertes en un dinosaurio "laboral". Parece que ya no puedes pensar, ser creativo, resolver conflictos, liderar equipos, etc... Toda esa experiencia acumulada a base de equivocarte, de caerte y levantarte, de aprender y, por qué no decirlo, de acumular algún que otro éxito profesional, se desprecia. Dentro de unos años nos daremos cuenta del tremendo error que es esto y probablemente será tarde. Yo, pese a que todos me recomiendan que descanse y me dedique a mis hobbies y que me considere un afortunado por poder disponer de mi tiempo, tengo la convicción de que voy a intentar seguir activo laboralmente. No acepto ser un dinosaurio laboral, si soy capaz de correr 100km o 24 horas y salir entero, ¿no tengo el derecho al menos a intentarlo?. Lo que voy a intentar buscar es una actividad mas de calidad que de cantidad y en la que me pueda transmitir a otras generaciones mi experiencia. En Septiembre, tras haber ordenado mi cabeza, empezaré mi travesía para ver si soy capaz de salir de mi particular "Parque Jurásico" y reconvertirme en alguna otra especie viva laboralmente.