Nunca sabrás tus límites si no te empeñas en encontrarlos
En doliente proceso,
cual capitán de combate
forzado al retiro y descanso,
sientes tentaciones,
de ir y volver a tus batallas,
repasar triunfos y derrotas.
Pero no es momento,
cierra la puerta,
tira la llave al fondo
de un mar infinito,
buscalo antes que se seque
y no puedas desprenderte
de tamaña carga.
Tu pasado no existe,
tu presente está congelado,
tienes que pelear
por lo único que te queda:
incierto futuro.
En tí y solo en tí,
está buscar la tinta,
elegir el color,
seleccionar el tipo de letra
y empezar a escribir
una nueva página.
No importa que salgan
renglones torcidos,
hay que desentumecer
la mano.
Si llegan borrones,
limpialos y sigue adelante,
si yerras en ortografía,
perdonate.
No hay tiempo que perder:
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